OPINIÓN | ¿Plan Marshall?

Se habla mucho estas últimas semanas de la necesidad de lanzar un plan europeo para reconstruir económica y socialmente a Europa tras los efectos devastadores del Covid-19, al igual que se hizo tras la II Guerra Mundial con el Plan Marshall.
Puedo estar de acuerdo con las generales de la Ley. Pero lo que no se dice es que en Europa hubo dos formas de salir tras el conflicto bélico:
- La primera, aquella que todos evocan, impulsada y financiada por EEUU para garantizar una salida bajo formas democráticas y economías de mercado, con respeto a la libertad de empresa, a la libertad individual y a la iniciativa privada
- Y una segunda forma que fue la de la nacionalización de la propiedad privada y de los medios de producción, la del comunismo. Fracasado tras cientos de millones de muertes y sufrimiento en 1989
Hoy esas dos formas parece que se vuelven a plantear. Al igual que entonces habrá una salida tipo Plan Marshall, y puede que una posible salida en plan comunista mediante nacionalización de la propiedad privada. Puede… no se sabe aún. Sí está claro que no habrá un Plan Marshall financiado por la UE para implantar el comunismo en la economía de nuestro país. Por muchos ‘coronabonos’ que se pidan.
Nuestro sector sufrió muchísimo en la inacabada crisis de 2008. Y vuelve a ser unos de los grandes sectores económicos en esta nueva crisis. Estamos seguros de que no habrá comunismo en España, no porque no existan voluntades que lo persigan, sino porque las realidades económicas y sociales son mucho más complejas que poner un simple tuit, o explicar en televisión lo que es un ERTE.
Lo cual no quiere decir que mientras se persigue ese modelo económico fracasado, no se pueda hacer mucho daño a la economía y al sector en ese trayecto. Hablar de ocupación de viviendas privadas, solo es avanzar más en un peligroso juego de acotar la libertad y la propiedad privada, con lo que estamos radicalmente en desacuerdo.
Desmantelar el plan de vivienda para alquiler para destinarlo al alquiler público es otro paso en la misma dirección.
Ahora que se invoca tanto a Winston Churchill, buscando una grandeza ajena y desconocida, modificando sus frases para adaptarlas a la situación partidista de cada uno, me permito reproducir literalmente una de sus citas: «Muchos miran al empresario como un lobo que hay que abatir; otros lo miran como la vaca que hay que ordeñar; y muy pocos lo miran como el caballo que tira del carro».
Sepan las autoridades que hemos actuado con la máxima responsabilidad. Hemos soportado de buen grado el confinamiento y la paralización del sector. Pero también deben saber que no vamos a aceptar las medidas que supongan la nacionalización troceando el sector. Habría muchas razones para no admitirlas, pero baste decir que sería admitir la condena del mismo a su extinción. Nuestros empresarios y nuestros trabajadores no lo merecen.
Lucharemos en las obras, lucharemos en los despachos, lucharemos en las calles y en las zanjas, no nos rendiremos jamás.
José Hernández Martínez
Presidente de FRECOM