Los empresarios de la Región de Murcia se preparan para un otoño «gris oscuro»
[nnr_optin_fire id=»3″]Tras un verano donde la vuelta del turismo sin restricciones ha permitido amortiguar las consecuencias de un panorama económico lleno de incertidumbres, el tejido empresarial de la Región de Murcia ve acercase un otoño que se anuncia «de color gris, que puede ser gris oscuro», adelanta el presidente de la patronal de la Región, Croem, José María Albarracín. «Venimos de sufrir los efectos del desajuste provocados por la pandemia, una durísima postpandemia y la invasión de un país soberano que ha disparado las materias primas y los costes energéticos», lamenta. La concatenación de obstáculos al crecimiento y la falta de respuestas a cuándo acabarán sus efectos han obligado a muchas empresas y analistas a recalcular las estimaciones de cara a los próximos meses, mientras la alargada sombra de la contracción económica asoma en el horizonte. Croem ya prevé «una ralentización del crecimiento en el tramo final del año que ha empezado a dar la cara en el mercado laboral», con los incrementos del paro y la caída de afiliaciones a la seguridad este verano.
José Daniel Buendía, catedrático de Economía de la Universidad de Murcia (UMU) y coordinador del grupo de trabajo del equipo Hispalink en la Región de Murcia, una de las principales referencias en proyecciones económicas, reconoce que las conclusiones elaboradas por su grupo respecto al crecimiento de la Comunidad para el periodo 2022-2024 publicadas en abril, con un crecimiento estimado del 4,6% en 2022, han quedado ya en papel mojado a la vista de la cronificación de la invasión rusa de Ucrania y su impacto en los precios de combustibles, energías y materias primas. «Vamos a tener una caída sobre unas perspectivas, que claramente ya no son factibles», asegura.
Ante el panorama de «gran incertidumbre» actual, el grupo investigador trabaja con varios escenarios posibles. «El primero y más probable -afirma Buendía- es que a final de 2022 y principios del 23 estemos ya en crecimiento negativo». «En el mejor de los casos, creo que vamos a tener un crecimiento entre el 0 y el 2% en el tercer y cuarto trimestre del año -señala-. Y eso siendo optimistas». Al tiempo, alerta de que «las circunstancias han cambiado mucho y para mal la situación» en los últimos meses. Pese a todo, reconoce que si la situación da un vuelco de 180 grados «y la guerra en Ucrania termina el mes que viene, seguramente tendríamos unos efectos maravillosos y cambiaría completamente todo, pero ahora mismo lo que tenemos es un conflicto que parece tener carácter indefinido».
El presidente del Círculo de Economía de la Región y consejero delegado del Grupo BSI Corporación Alimentaria, Joaquín Hernández, palpa la «preocupación» reinante entre los empresarios, pero se niega a «caer en el pesimismo, que es lo peor que puede ocurrir para mantenerse en pie», destaca. «Es evidente que en estos momentos se generan desigualdades que pueden repercutir en las empresas y las personas, y cualquier movimiento de recesión fuerte provocaría problemas, pero no tenemos motivos para contemplar situaciones como la de 2008, donde la Región resistió, además, bastante bien. Aun así, estamos tomando medidas para prepararnos ante cualquier escenario», afirma.
ASÍ LO VEN
AUMENTO DE COSTES
El lastre energético, de carburantes y materias primas
El principal lastre para el crecimiento es ahora el desbocado aumento de costes, con una inflación del 11,4% en la Región y del 9,1% en la Eurozona, el alza de materias primas, una subida de los carburantes del 33,2% anual en agosto, y de la electricidad del 48,4%, a lo que se suman los cuellos de botella en las cadenas de suministros.
El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de la Región, José Baños, se muestra alarmado por las últimas muestras de tensión entre la Unión Europea y Rusia. «Una parte muy importante del gasóleo que consumimos nos lo suministraba Rusia, y las declaraciones que se hacen desde la UE y las respuestas de Putin no invitan al optimismo». «Lo vamos a pasar muy mal. Creo que este va a ser un otoño muy caliente, porque los precios van a seguir por las nubes y esto se va a complicar mucho más», vaticina. Para Baños, la única forma de atajar la situación a corto plazo es actuar sobre los impuestos. «De cada 1,8 euros que cuesta ahora el litro, casi un euro es puro impuesto. Es una barbaridad», subraya.
«Nuestras perspectivas son completamente negativas», asevera Pedro Díaz, presidente de la Federación de Organizaciones Empresariales de Transporte de Murcia, uno de los sectores más golpeados por las alzas del surtidor, una situación que estudian cómo convertir en oportunidad. «Nuestro mayor reto ahora es atraer al transporte público a todas aquellas personas que, por el incremento del coste de los combustibles, se vean en la necesidad de tomar un servicio alternativo al coche particular». Aunque lamenta que la gratuidad establecida por el Gobierno para el ferrocarril se haya quedado únicamente en un descuento para el transporte por carretera, dejándoles en desigualdad.
ACABA LA INERCIA DEL VERANO
La intensidad con que las empresas sentirán las consecuencias de la crisis se verá marcada en gran medida por su tamaño. Serán, anticipa la patronal, los autónomos, pequeñas y medianas empresas, las que más sufran, debido sobre todo a su menor músculo financiero. El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de la Región de Murcia (ATA), Francisco Casado, ya ve síntomas. «En los dos últimos meses, el número de autónomos en la Región ha descendido en 1.200». Estos pertenecen, sobre todo, «a los sectores del comercio, la educación, la agricultura, la industria y el transporte». «A muchos no les sale rentable ya levantar la persiana -asegura-, y lo peor es que hablamos de un gran de número de autónomos que han dedicado toda su vida laboral a un solo negocio, que se encuentran en una edad complicada, y que van a quedarse en el limbo de la empleabilidad».
En cuanto a sectores, la presidenta de la patronal cartagenera Coec, Ana Correa, destaca la especial preocupación que despierta «el sector turístico y, por supuesto, el comercio local». «Necesitamos continuar trabajando y apoyando a nuestras empresas, especialmente las más vulnerables», asegura. Otro de los asuntos, que observa con preocupación es «la subida de precios y salarios, que van a ser muy difíciles de repercutir al cliente». Además, estima que «una política fiscal y laboral inadecuada puede perjudicar muy seriamente la viabilidad de las empresas», advierte. «Tenemos que estar muy atentos -advierte el presidente de los empresarios de Lorca, Juan Jódar-, porque no podemos permitir que desaparezcan negocios».
CAE LA CONFIANZA
El consumo en el comercio minorista inicia el retroceso
En el comercio, «el consumo está en mínimos». La presidenta de la Federación del Comercio de la Región (Coremur), Carmen Piñero, guarda la esperanza de que «una vez pase septiembre y la vuelta al cole de los estudiantes, que centra actualmente el gasto de las familias, podamos ver una reactivación», aunque este cambio no sucederá si se cumplen algunas de las estimaciones del último informe de Caixabank Research, publicado este fin de semana, que señala que el indicador de confianza de los consumidores ha sufrido un intenso empeoramiento en julio-agosto, situándose en mínimos desde 2012, y que las compras del comercio minorista registraron en julio su primer retroceso en cuatro meses, con una caída del 0,5% interanual.
Para aliviar la inflación y evitar estas caídas de consumo, Albarracín aboga por «eliminar o reducir al mínimo todos los impuestos que afectan al recibo de la luz y el gas, al menos mientras dure la crisis, y que el ciudadano y las empresas paguen el costo puro de la energía» para dejar más dinero en los bolsillos y mantener la marcha de la economía.
La notaria Pilar Berral, miembro del Círculo de Economía de Murcia, indica que todos los indicios apuntan ya «a un estancamiento que puede llevarnos a una desaceleración y con ello a una recesión», cuya consecuencia última sería «el aumento del desempleo». La subida de los tipos de interés provocará, alerta, «una mayor contención en la inversión por los ciudadanos y un menor poder adquisitivo, que influirá previsiblemente en la adquisición de inmuebles y la firma de hipotecas», así como de la gestión de otros trámites notariales relacionados con la actividad económica, provocando cambios en la naturaleza de las operaciones más habituales.
RESTRICCIÓN DEL CRÉDITO
El motor de la construcción se cala por la financiación
La subida de tipos, que esta semana ha marcado el mayor incremento en la historia del Banco Central Europeo, en línea con las subidas de otros bancos centrales es, en opinión del catedrático de la UMU José Daniel Buendía, uno de los factores más determinantes en el devenir del crecimiento económico próximo. «El consumo va a caer de forma estrepitosa», advierte. «También va a tener un impacto brutal en la inversión, y provocará cierres de empresas que verán mermada su situación financiera y restringido su acceso al crédito».
«Somos realistas ante el entorno complejo que vivimos -subraya la directora territorial de Caixabank en la Región, Olga García- y seguiremos muy de cerca la evolución durante los próximos meses, pero estamos convencidos y comprometidos con que una respuesta colectiva puede minorar, sin duda, las previsiones menos optimistas».
En el caso de la construcción, estas son las de «acabar el año con cifras inferiores a las del pasado ejercicio, tanto en visados como en empleo y compraventas de viviendas», explica el presidente de Frecom, José Hernández. El sector se ha encontrado con un aumento del coste de los materiales que supone ya un 22% más que hace un año. Hasta que eso sucedió, «las perspectivas eran muy positivas», destaca. Hernández denuncia que el incremento de costes ya convierte en «inviables» proyectos en cuyos contratos no se contemplan mecanismos de contraprestación, entre ellos, muchos de obra pública.
«Parece que las materias primas están comenzando a bajar de precio, lo que puede resultar bastante positivo para las empresas regionales», subraya el presidente de la Fundación Isaac Peral, Alfonso Corbalán, dedicada al fomento del desarrollo del sistema industrial y tecnológico regional. «Todas las empresas estamos barajando como mínimo tres escenarios: el realista, el optimista y el pesimista. Y se revisan cada semana, cuando hace unos años se hacía cada tres meses», afirma.
ENCARECIMIENTO DE COSTES
El sector agroalimentario y el reto de aguantar los precios
En el sector agroalimentario, el reto está ahora en buscar el equilibrio entre rentabilidad y contención de precios. «Estamos haciendo un esfuerzo muy importante para evitar trasladar todos los incrementos de costes que estamos sufriendo al consumidor», señala Tomás Fuertes, presidente del Grupo Fuertes. En la importancia de este asunto coincide el director general de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región Proexport, Fernando Gómez, que pide a las grandes distribuidoras «compromiso y responsabilidad para contener la subida desbocada de los precios». Respecto al negocio, Proexport confía en el creciente tirón de la alimentación saludable para mantenerse a flote en tiempos convulsos.
«El contexto no es el apropiado para grandes crecimientos -asegura Fuertes-. En los momentos de crisis hay que centrarse en mejorar la eficiencia y hacerse lo más competitivo posible. Desgraciadamente habrá muchas empresas que no puedan aguantar la presión que llega por tantos frentes distintos».
Esa eficiencia es también clave en la estrategia de la distribuidora farmacéutica Hefame. «Estamos apostando por energías limpias como la solar para incrementar el autoconsumo en los almacenes, optimizando el uso del transporte logístico para reducir el gasto de combustible y minimizando el uso de recursos», señala su presidente, Enrique Ayuso, que apela a la responsabilidad empresarial en este momento en que señala que la prioridad es «consolidar los proyectos estratégicos en marcha antes de emprender nuevas inversiones».
La prudencia no debe empañar el optimismo, considera el presidente de Ucomur, Juan Antonio Pedreño. «No debemos lanzar mensajes catastrofistas, aunque se presenta un otoño complicado y estamos en una situación de calma tensa, la Región está muy preparada para abordar situaciones difíciles. Ya lo ha demostrado en otras ocasiones, como en la pandemia, donde salió fortalecida».