La subida de precios en las materias primas y los materiales amenazan gravemente el futuro del sector de la construcción
En los últimos meses estamos viviendo una subida de precios sin precedentes en la mayoría de las materias primas básicas de construcción y de los materiales, que está afectando gravemente a la producción en curso para todas las empresas del sector, tanto en el ámbito de la obra pública como en la construcción privada.
En términos interanuales el incremento de los precios es extraordinario: Acero corrugado: (+78%), cobre (+102%), aluminio (+56%), petróleo (+106%) y mezclas bituminosas (+85%). La madera por ejemplo ha triplicado su precio en el último año.
El índice Bloomberg Commodity Index, que pondera las principales materias primas del mercado, establece un incremento del 22,4% en lo que va de año, una de las razones que explican el repunte que está experimentando la inflación en los últimos meses tanto en Europa como en Estados Unidos. En este sentido los economistas discrepan de si estamos ante el inicio o no de un nuevo superciclo alcista en el precio de los materiales
Todo ello está provocando también grandes problemas de desabastecimiento en multitud de empresas, sobre todo en aquellas que gozaban de un nivel de stock mucho más reducido.
Además, la transición ecológica y digital que impone la unión europea en la materialización de los fondos europeos Next Generation, pueden aportar más tensión inflacionista a determinadas materias primas que son fundamentales en la producción de componentes tecnológicos y eléctricos.
Cuadro resumen con variaciones de materiales por organismos. Fuente: Seopan
¿A qué se debe este incremento de los materiales y materias primas?
La Federación Regional de Empresarios de la Construcción, FRECOM, se apuntan a varios factores como las principales causas de este incremento:
1.- A medida que se consolida la reactivación económica, se está produciendo un aumento de la demanda de materias primas, inicialmente en China y EE. UU., extendiéndose rápidamente al resto de países.
2.- En segundo lugar, la oferta de productos se ha visto reducida por la lenta recuperación de la capacidad productiva.
3.- En tercer lugar, al comportamiento alcista de las materias primas se une también las dificultades en el tráfico de mercancías que, desde finales del pasado año, está mostrando problemas para absorber la recuperación económica.
(Según el Drewry World Container Index de Bloomberg, la ruta que une Shanghai con Rotterdam es un 485% más cara. Las ocho rutas euroasiáticas más utilizadas están con unos costes casi un 300% más altos.)
4.- En cuarto lugar, las materias primas se han ido convirtiendo en un valor refugio ante el mal desempeño de otros activos, de modo que aumenta la especulación y los precios.
5.- Y como no, el costo de la energía eléctrica que se está disparando es, por supuesto, de relevancia directa para todas las industrias y todas las empresas.
¿Cuáles son las consecuencias?
En España, con una economía que empieza a ver la luz a final del túnel, todos los sectores dependientes de materias primas están viendo su reactivación lastrada por la escasez y los precios de éstas.
En concreto, en el sector de la construcción, las consecuencias son gravísimas. Basándonos en los datos anteriores, se podría estimar un incremento del 52% para el coste medio de los materiales empleados en una obra pública tipo, lo que puede provocar pérdidas importantes debido al estrecho margen con el que se opera.
Todas estas causas, llevan a la Patronal de la Construcción a reclamar la puesta en marcha de mecanismos para reequilibrar económicamente los contratos y de esta forma asegurar su viabilidad. Desde FRECOM hemos solicitado:
Las perspectivas no son nada halagüeñas al menos en el corto plazo ya que vemos como mes tras mes, los precios de las materias primas y los materiales prosiguen al alza y el desabastecimiento sigue existiendo.
Según varios informes, la cotización de futuros anticipa un sostenimiento de los precios a 15 meses en el caso del acero corrugado y hasta diciembre de 2022 para el cobre y el aluminio primario